curso mujeres conscientes

He tenido la suerte de participar en el curso de Mujeres Conscientes, y lo primero que quiero comentar es que más acertado no podría ser el nombre. Hacer consciente lo inconsciente, rodeada de otras mujeres y apoyada por Milagros y todas las técnicas y conocimientos que aplica en cada sesión, ha sido una de las transformaciones más profundas que he tenido en mi vida.
Con cada sesión, he tenido un despertar hacia la consciencia. A lo largo del curso he ido siendo consciente de mi verdadera naturaleza, me he dado cuenta de cuán profunda son las creencias limitantes que nos acompañan en la vida, más allá de nosotras y de nuestros antepasados, y de cómo éstas nos limitan y nos condicionan en el día a día.
He aprendido que nos tratamos a nosotras mismas como hemos sido tratadas, y que hoy, ya somos la mujer adulta que nos merecemos ser. Que nos hemos de tratar bien y de amarnos y amar a nuestras madres a nuestros padres y dar las gracias a todas y cada una de las personas que se juntaron para que existiéramos. Toda la consciencia te da la fuerza, y toda la fuerza te da la energía que necesitas para emprender cualquier cosa que te propongas.
Me he dado cuenta de que sanar, perdonar, dar gracias y colocar(se) en esta vida que estamos viviendo es tremendamente fructífero.
Lo mejor ha sido que ha superado en todo mis expectativas, porque realmente, si entiendes que todo lo que vives radica en ti, todo lo que quieras o te propongas, podrás alcanzarlo, más allá incluso de lo que pudieras imaginar.

Para mí el Curso de Mujeres Conscientes es un curso cargado de conocimientos que recomiendo a todas porque nada se puede dar por hecho, de verdad que tenemos qué conocernos más a nosotras mismas y sobre todo, saber de dónde venimos. Es vivir cada encuentro como un repaso a aspectos de mi infancia y de mi situación conmigo misma y con las mujeres de mi familia que me ha cambiado mi forma de verlas, a ellas y a mí misma primero; es curioso que cuanto más responsable me veo de mi vida más puedo respetar a las mujeres de mi vida y hombres.
Por otro lado es un gusto cómo se va formando un grupo que empieza de una manera hasta que va creciendo y formándose como un grupo muy especial, en el que hay mucho entendimiento y cariño, con quienes compartas cosas de ti que no todo el mundo entiende ahí fuera. Incluso la relación con con Milagros con la que me llegó a vivir situaciones como las que vivía con mi madre y con la que me pude expresar como me gustaría expresarme con mi propia madre, aprendiendo mucho de esa experiencia. Y que agradezco mucho su capacidad para escucharme.
Pero la joya de la corona para mí han sido los ejercicios tan vívidos que me han ayudado a ver, entender y transmutar cosas y situaciones de mi vida que no veía o entendía.
Un gozo haber participado y muy agradecida.

A nivel personal, en mi vida, mi pareja y mi vida familiar, he encontrado un equilibrio que me faltaba. Después de casi cuatro años de relación con mi pareja, con la pérdida de un bebé por medio que nos trastocó bastante emocionalmente, remontamos y ahora volvemos a esperar un bebé, que está muy sano en su tercer mes de gestación y estamos muy felices… en aquellos duros momentos pude compartir con mis compañeras…Ahora mi relación con mi pareja también se ha equilibrado, y he recolocado muchas cosas familiares que han hecho posible que ahora me quede embarazada de nuevo. Como mujer me siento empoderada, menos dependiente, más conectada con mi madre y con mi «niña interior»… Gracias Milagros por tu generosidad con nosotras

Para mí el taller de mujeres ha significado un punto de inflexión en mi vida. Me siento una mujer fortalecida y empoderada, con ganas de seguir mejorando y conociéndome más, con más fuerza para tomar decisiones y elegir mi camino. He disfrutado mucho con el recorrido, sesión tras sesión, algunas veces ha sido duro, pero también he me he dado cuenta de la importancia de vivir y disfrutar del proceso y no sólo de la meta. La verdad que me siento orgullosa de haberlo hecho y con ganas de más. Me siento muy agradecida del camino compartido con el resto de compañeras guiado por Milagros. Ha sido maravilloso.

Hay un antes y un después…, muy grande. Desde la primera constelación que hice, que llegué tarde, porque hubo mil obstáculos (digo yo que serían resistencias ☺), y curiosamente, digo curiosamente?, nada es casual. Ese día me fuí andando hasta Atocha con otra mujer que fue a constelar y me dijo que le venía que me tenía que decir que había hecho un curso de Mujeres Conscientes con Milagros que le había regalo su madre, y había sido un camino de sanación, para ella, para la relación con sus hijos, para la relación con su madre. Y como estoy alerta a los mensajes y a los regalos que vienen del Universo y por aquel entonces andaba algo despistada y perdida…, me puse en contacto con Milagros, y aquí estoy, después de dos años que se han pasado volando, más feliz, mas integrada, sintiendome respaldada de muy buenas compañeras de camino a las que quiero un montón, y con ganas de seguir creciendo y seguir contagiando esta energía, porque siento que este es el camino para mejorar el mundo, mejorándose una misma y siendo feliz y disfrutar de la vida que para eso estamos aquí. Integrando mi energía femenina con mi energía masculina. Buscando el equilibrio para sanar, respetando lo masculino y lo femenino, lo femenino y lo masculino. Sí a todo. Gracias. Porque como dice Milagros «Chicas, la vida es más sencilla de lo que la vemos», o algo parecido. Os quiero Mujeres Conscientes, Apapachu. Gracias, Gracias, Gracias.

Se que lo mejor está por venir. Estoy muy agradecida por cada paso que me ha ido encaminando a este taller, por haber encontrado a maravillosas compañeras, con las que me he sentido muy identificada y por haber tenido como guía, la mano experta de Milagros.

Empecé el taller con gran ilusión y desconcierto, pero con la confianza de que algo grande saldría de aquí. Hasta el último día me he negado a mirar, ahora creo que puedo ver un poco más; Milagros ha estado ahí, sabia y paciente.

Ahora soy más consciente de mi procedencia, a la que debo respeto y agradecimiento, de mi destino, de que hay una niña en mi interior que es mi responsabilidad, consciente de que el miedo también es una forma de resistencia que impide avanzar, de la importancia de la humildad, de que el ejercicio más difícil es no juzgar, de que todos somos luz y sombra, de que debemos esforzarnos en seguir ampliando nuestra consciencia y finalmente, confío en las semillas que aún están por florecer.

¡Muchas gracias por todo!